DESCIFRANDO DATOS DE JORGE MANRIQUE

28.02.2016 21:17

CUNA SEGUREÑA DE JORGE MANRIQUE

La vida de Jorge Manrique, por buscar algún simil, es parecida a la de esos espectros o halos fantasmales, que aparecen y desaparecen, de pronto, para siempre.

Es evidente, y por tanto innecesario insistir en ello, QUE SU EXISTENCIA LA HEMOS IDO COMPONIENDO DE JIRONES, DE CONJETURAS Y SUPOSICIONES, variopintas. Y es que, la fuerte personalidad de don Rodrigo, el Maestre, eclipsa casi por completo el ir y venir de sus retoños.

EL NACIMIENTO: Jorge Manrique viene al mundo en 1.440. Esta fecha parece casi definitiva entre sus biógrafos....Finales de 1.439 y principios de 1.440, para ser más precisos.¿Tercero, cuarto?..... de los hijos que don Rodrigo tuvo con su primera mujer, doña Mencia de Figueroa.... Sus abuelos por linea paterna, don Pedro Manrique, Adelantado de León, y doña Leonor de Castilla. Por la materna, de don Gómez Suárez de Figueroa, Señor de Feria y otras villas(hijo a su vez del que fuera gran maestre de la Orden de Santiago, don Lorenzo Suárez de Figueroa), y de doña Elvira Laso de Mendoza o de la Vega, hija de don Diego Hurtado de Mendoza, Almirante de Castilla, y por tanto, hermana de don Iñigo López de Mendoza, nuestro gran poeta y primer Marqués de Santillana....(Error manifiesto en que incurre la "Crónica de Juan II", haciendo a don Rodrigo Manrique suegro de don Diego Hurtado de Mendoza, capítulo X del año 1.446, y que siguen varios autores).......Pero dejemos este apasionante mundo de las genealogias, porque sería el "cuento de nunca acabar".

Mucho antes del nacimiento de sus primeros hijos, ya gozaba don Rodrigo Manrique la Encomienda Mayor de Segura de la Sierra, territorio que, al amparo de sus inquietudes guerreras, se había convertido en un pequeño "reino de taifas", y valga la expresión, en aquella proliferación de banderías que fueron algo así como "la moda en los reinados de Juan II y Enrique IV.

La visión del poder en el Maestre fue mucho más allá de las fronteras de su Encomienda: Predominio en el Campo de Montiel (de ahí las tenaces luchas por la posesión del castillo de Montizón; primero en posesión de su cuñado, Garcilaso de la Vega, y por tanto, sin problemas, pero después en el de Diego de Iranzo, medio hermano del Condestable Miguel Lucas, su enemigo); al Este, enlaces familiares con los Fajardo, murcianos; al Oeste, estrechísimas relaciones con sus viejos deudos, los Benavides de Santisteban; más al Oeste aún, pactos de hermandad y apoyo con los Fernández de Córdoba; su presencia política en la ciudad de Úbeda, etc.....

Resalto lo de "pequeño reino" y las banderías porque---en mi modesta opinión---tienen que ver y mucho con el lugar de nacimiento de Jorge Manrique, abandonada hoy--casi por completo-- la antigua versión que atribuía el lugar de nacimiento a Paredes de Nava (Palencia).

Los acontecimientos van a discurrir por unos cauces muy poco halagüeños para la família Manrique. Veamos:

En agosto de 1.437 Juan II ordena la prisión del Adelantado don Pedro en Medina del Campo. Diego y Pero  Manrique, sus hijos, parten a toda prisa hacia Amusco, y desde allí ordenan el abastecimiento de las fortalezas de su padre, y "escribieron a Rodrigo de Manrique, su hermano". Don Pedro es trasladado a la fortaleza de Fuentidueña.En agosto de 1.438, junto con su mujer y dos hijas que con él estaban, escapan de la prisión, refugiándose en Encinas, castillo de don Alvaro de Estúñiga, su yerno. En 1.439, con poder del Infante don Enrique, don Rodrigo toma posesión de la villa de Ocaña. En septiembre de 1.440 muere el Adelantado en Valladolid, y en octubre del mismo año, también en dicha ciudad, don Rodrigo toma parte en las justas que se celebraron con motivo de la boda del futuro Enrique IV con la princesa doña Blanca de Navarra....Un inquieto vivir, un continuo caminar.

Así las cosas, no parece tan difícil afianzarse a la idea que don Rodrigo, como buen hombre de guerra, procuraría cubrir bien su retaguardia: En este caso poner a buen recaudo a su familia, consiguiendo, por un lado, la seguridad de sus miembros y, por otro, tener libertad de movimientos. Y aún añadiría más: las posibilidades de ausencia de Segura de doña Mencia en el tiempo en que debió nacer el poeta serían practicamente nulas, porque a los inconvenientes ya señalados habría que sumar la existencia de hijos de muy corta edad y, por supuesto, su estado de gestación.

Por tanto, mientras no exista la prueba documental que, directa o indirectamente, demuestre otra cosa, seguiré creyendo en un Jorge Manrique, segureño.

En la majestad hecha piedra de aquella Sierra plateada pasaría la mayor parte de su vida, hasta afincarse luego muy cerca, a la otra orilla del viejo Guadalimar, en su Encomienda de Chiclana.

NOTA: Como no podía ser de otra manera, las fuentes documentales consultadas tampoco nos aseguran su completa fiabilidad, pero debemos confiar en su buena intencionalidad y veracidad y no tratar de tergiversarlas en uno u otro sentido.