PASADO GLORIOSO, PRESENTE PROMETEDOR Y FUTURO OPTIMISTA DE SEGURA DE LA SIERRA

28.04.2017 22:28

UN PUEBLO QUE MUESTRA SUS EXCELENCIAS TURÍSTICAS

Segura de la Sierra, a 1.240 m. de altitud, es como una ofrenda generosa levantada al Cielo con la tierra de Jaén en presencia de Granada, Albacete, Murcia y Ciudad Real, las cuatro provincias hermanas que allí convergen.

   Segura de la Sierra es una cita importante con la historia. Su prsencia nos pide un tributo de admiración hacia un pasado glorioso y nos exige un recuerdo de sus hombres ilustres, de los que por allí nacieron o pasaron.

   Pero Segura de la Sierra es también una muestra impresionante de la naturaleza presentada con un paisaje variado y bellísimo y que no pide un esfuerzo añadido a todos los poetas, porque evoca y sugiere multitud de temas. Ni a los pintores, porque el cuadro que allí ha pintado el Creador señala múltiples caminos a los pinceles más torpes.

   Y es que Segura de la Sierra, recoge su pasado para hacerlo presente y futuro; un auténtico deleite para el foráneo y sosiego para el alma.

 

ESCUDRIÑANDO EN SU HISTORIA

Algunos geografos situan a Segura sobre el monte Orospeda--monte que solo se puede andar a pie--junto al Yelmo con una altitud de 1.809 m.

   Sus orígenes se pierden en la más remota antigüedad. La Mitología atribuye la fundación de Segura a Sicoris, hijo de Atlante, el dios gigantesco, hijo de una ninfa del Oceano y de Neptuno, que fue condenado por Júpiter a sostener el Cielo con sus hombros, como un castigo por haber tomado parte en la guerra de los Titanes.

   Ptolomeo a mediados del siglo II, escribió el nombre de Segura en su "Indicatorio Geográfico". Y la llamó Stadens, o sea, "cosa constante y segura".

   Los fenicios la llamaron Tiro de Tavara, que significa "sitio elevado".

   En Segura de la Sierra debieron luchar mucho cartagineses y romanos. Allí Escipión recibió un fuerte ataque de Masanica y murió atravesado por una lanza. Y su hermano Cneyo que, huyendo de Asdrúbal, sucumbió abrasado en una torre antes de rendirse a sus perseguidores.

   Por el 781 tuvo Segura un gran esplendor. Eran los tiempos en que Abul-Asvar, hijo de Yusuf, hubo de librar grandes batallas por todos aquellos contornos. Entonces Segura de la Sierra llegó a tener sus Walíes o Gobernadores subordinados a los emires de Córdoba.

   En la época de apogeo Segura llegó a tener una enorme extensión en la que se incluían los actuales términos municipales de Beas de Segura, La Puerta de Segura, Orcera, Siles, Hornos de Segura, Torres de Albanchez, Benatae, Villarrodrigo, Génave y Pontones- Santiago.

   Tras de la dominación musulmana se iniciaría la decadencia de Segura de la Sierra. Debates, diferencias, pleitos, mala administración, etc, hicieron que Segura fuera en 1.855 un término geográfico  muy reducido.

 

POR ALLÍ PASARON O NACIERON.....

Grandes personajes pasaron por Segura o nacieron en ella. Aunque hay que reseñar que no es tarea fácil ofrecer una relación concisa y exacta de los mismos, pero lo intentaré....

   Por Segura de la Sierra pasó El Cid sobre "Babieca" con Minaya Alvar Fañez--su brazo derecho--; Martín Antolínez, el burgalés de pro; Pedro Bermúdez  , el portaenseña, y el fiel Nuño Gustioz.

   Allí estuvo más de una vez Abderramán III. Y no es menos cierto que estuvieron allí también Juan II y su mujer Catalina. Y el marqués de Santillana   escribiendo "serranillas". Y preso en las torres de Segura don Luis Zapata  el autor de los 40.000 versos del "Carlo famoso". Y los místicos San Juan de la Cruz y Santa Teresa   de Jesús.

   Y don Francisco de Quevedo a quien El Yelmo le arrancó un soneto y Segura de la Sierra muchas de sus ingeniosas obras.

   Francisco de Paula Antonio, mecenas y artista, comendador de Segura, pasó grandes temporadas en la villa para restaurar la Iglesia Parroquial segureña destruida en la Guerra de la Independencia.

   Segura de la Sierra es también   cuna de hijos ilustres. Allí nació don Enrique el mayor de los nueve hijos bastardos que Alfonso XI tuvo con doña Leonor de Guzmán. Y, lógicamente, su hermano gemelo don Fadrique, señor de Haro y gran maestre de Santiago  ; don Martín Pérez de Ayala, obispo de Guadix y Segovia y, más tarde, arzobispo de Valencia , al que Carlos V eligió para el Concilio de Trento, distinguiéndose como gran teólogo con don Pedro González de Mendoza  (En mi Blog: "Nostalgia Segureña", describo la vida de don Martín  con minuciosidad).

   Es posible que en Segura de la Sierra naciera el gran amigo de Quevedo, don Alvaro Messía de Leiva, a quién el gran sátiro confiaba sus escritos para revisarlos e igualmente don Jorge Manrique  , cuya cuna natal está en entredicho, como sobradamente ya se conoce y no exenta de polémica, pero que al parecer y según estudios minuciuosos, es casi seguro que viese su primera luz en tierra segureña; igualmente nació en Segura don Pascual Candelas Sánchez, médico amigo de Federico Rubio . Grande fue su personalidad. perteneció al Consejo Nacional de Sanidad y Alfonso XII le nombró su médico de cámara.

   En los últimos años destacó la presencia de don Angel Uceda López, que llegó a ser diputado a Cortes en 1.917.

 PRESENTE Y FUTURO EN SEGURA

Segura de la Sierra está allí arriba, cerca del Cielo, viviendo  de sus recuerdos,si; pero haciendo de su tarea diaria afanes de un futuro mejor, como lo demuestran los dos eventos que con caracter anual se celebaran cada año y que han logrado reactivar el nombre de la localidad y de la Comarca por doquier, me refiero: AL FESTIVAL INTERNACIONAL DEL AIRE Y A MÚSICA EN SEGURA, con notable éxito y aceptación. Enhorabuena a los promotores de ambos acontecimientos, porque con sus iniciativas han logrado, indiscutibles éxitos en pro de toda nuestra Comarca.

   Muchos pinos sentirán el orgullo de saber que sus antepasados sirvieron para las galeras, bergantines y fragatas de la Batalla de Lepanto; o para la conquista del Nuevo Mundo; o para sucumbir de gloria cuando la tragedia de Trafalgar. Y el Guadalquivir sentirá también el orgullo de haber cargado sobre sus hombres las maderas conducidas hasta Sevilla.

   El paisaje sentirá todavía los dolores de las viejas luchas; o la dulce presencia de Santa Teresa o San Juan de la Cruz; o la ingeniosa inspiración de Quevedo; o el canto a la libertad que hubiera entonado don Luis Zapata cuando en Segura estuvo recluido para ver más amplios todos los horizontes.

   Pero también siente Segura de la Sierra, junto a los recuerdos y la belleza incomparable de todo su término, un afán de superación en todos los órdenes.

   Escenario de batallas, privilegiado lugar dónde la historia hizo acto de presencia, es madre de una vegetación exuberante y cuna del rio Segura que da vida a la huerta murciana y del Madera que ayuda en su tortuoso caminar al Segura.

   Segura de la Sierra, ofertorio de la tierra al cielo, ofrece la dulce suavidad de sus verdes pinos y la bravura impresionante de sus rocas que peinan canas de nubes muchos días al año.

   Es un lugar incomparable que se está ganado por y para el turismo.